Lesiones Musculoesqueléticas más comunes en verano

Introducción

El verano es una época del año que todos esperamos con ansias. Los días soleados y las temperaturas cálidas nos invitan a participar en una variedad de actividades al aire libre, desde jugar deportes en la playa hasta hacer senderismo en las montañas. Sin embargo, junto con la diversión y el entusiasmo del verano, también llega un aumento en las lesiones musculoesqueléticas. ¿Alguna vez te has preguntado por qué parece haber más lesiones durante esta temporada? En este artículo, exploraremos las razones detrás de este fenómeno y analizaremos las lesiones más comunes.

Causas

  1. Calzado: el uso de chanclas y sandalias supone un sobreesfuerzo en las estructuras miotendinosas de tobillo y pie que desencadenan lesiones como fascitis o tendinitis en miembros inferiores. Además, es habitual que utilicemos este calzado poco adecuado para recorridos más largos de lo esperado como, por ejemplo, llegar a esa cala escondida y recóndita, apartada de la multitud.

 

  1. Superficie sobre la que realizamos ejercicio: hacer ejercicio en la playa requiere mayor exigencia ya que el pie se hunde al hacer el gesto de propulsión, lo cual supone un esfuerzo mucho mayor. Todos los veranos atendemos a pacientes con tendinitis y fascitis después de andar o correr por la playa. Al aumento de exigencia hay que sumar la irregularidad del terreno, que favorece este tipo de lesiones.

 

  1. Superficie sobre la que descansamos o dormimos: dormir en malas posiciones tanto en la hamaca como en la toalla cuando estamos en la piscina o en la playa genera lesiones de espalda, entre las que destacan cervicalgias y lumbalgias. Todos los años recibimos pacientes después de pasar varios días en un festival durmiendo en camping. El cambio de almohada y colchón al que estamos acostumbrados es otro de los factores de predisposición, aunque la calidad del material sea buena muchas veces nuestro cuerpo no se adapta bien y aparece el dolor.

 

  1. Mayor actividad física: El verano es un momento en el que la mayoría de las personas se vuelcan a realizar actividad física al aire libre. Esto puede incluir deportes de playa, ciclismo, correr y nadar. El aumento en la actividad física puede exponer a los músculos y articulaciones a un estrés adicional, aumentando el riesgo de lesiones como sobrecargas, distensiones o roturas musculares.

 

  1. Falta de preparación: Muchas personas se animan durante el periodo vacacional a realizar ejercicios para los que no están preparados tanto por intensidad como en duración, una preparación insuficiente a lo largo del año puede hacer que los músculos y las articulaciones no estén listos para las demandas que requieren actividades como paddle surf, kite, hacer el camino de Santiago o nadar en mar abierto.

 

  1. Condiciones climáticas extremas: Las altas temperaturas pueden provocar deshidratación y fatiga más rápidamente, lo que puede afectar a la coordinación y la concentración, aumentando la probabilidad de accidentes.

 

En conclusión, el verano ofrece una ventana de oportunidad dorada para sumergirse en la práctica deportiva y obtener innumerables beneficios. Desde fortalecer nuestro cuerpo y mejorar nuestra salud cardiovascular hasta potenciar nuestro estado de ánimo y reducir los niveles de estrés, el deporte en esta estación nos brinda una combinación única de vitalidad y bienestar.

“Este artículo se ha redactado con la finalidad de informar sobre cuestiones generales, ante cualquier duda recomendamos consultar con profesionales especializados que puedan entender y abordar cada patología de manera específica. En Clínica Olea contamos con servicio de Fisioterapia, entrenamiento y Pilates, Yoga y Nutrición situado en Tres Cantos. Estaremos encantados de atenderos e intentar mejorar vuestra salud y calidad de vida”